En una
serie reciente de experimentos, se ha demostrado que los imanes permanentes
producidos mediante impresión 3D pueden superar a los imanes hechos con
técnicas tradicionales, y además con un mejor aprovechamiento de materiales
valiosos.
El equipo de Parans Paranthaman, del Laboratorio Nacional
estadounidense de Oak Ridge (ORNL) en Tennessee, fabricó imanes de
neodimio-hierro-boro (NdFeB) de un tipo especial. El resultado fue un producto
con propiedades magnéticas, mecánicas y microestructurales comparables o
mejores que las de los imanes convencionales hechos usando el moldeado por
inyección tradicional con la misma composición.
Mientras que la fabricación convencional de imanes puede
resultar en un desperdicio de materiales de hasta el 30 o el 50 por ciento, la
fabricación 3D simplemente capturará y reutilizará esos materiales dejando
apenas desechos.
Usar un proceso que conserve material es especialmente
importante en la fabricación de imanes permanentes hecha con neodimio y
disprosio, elementos poco comunes que no se encuentran con facilidad ni
precisamente a bajo precio en el mercado. Por ejemplo, en el caso de Estados
Unidos, es necesario comprar esos elementos a proveedores de fuera del país.
Los
imanes de NdFeB son los más potentes de la Tierra, y se utilizan en múltiples
campos, desde discos duros de ordenadores y auriculares hasta tecnologías de
energía limpia, como vehículos eléctricos y aerogeneradores.
El proceso de impresión no solo aprovecha mejor los materiales
sino que también es capaz de producir formas complejas, no precisa herramientas
y es más rápido que los métodos tradicionales de inyección, resultando todo
ello en un proceso de fabricación potencialmente mucho más barato.
Publicado por: Miguel Castilla Campos. 2º Animación 3D
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