martes, 5 de diciembre de 2017

Películas en motor de videojuegos: al alcance de todos.



 Actualmente, el mundo del cine de ficción pasa por uno de sus mejores momentos en lo que a   capacidades técnicas se refiere (el guión y la ambientación ya es otra cosa).

 Los potentes ordenadores con múltiples gráficas y programas optimizados para el menor consumo,   hacen posible una post-producción más liviana. Pero al usar un realismo enorme en las explosiones, personajes adicionales y demás elementos añadidos, surge el mayor problema: el tiempo de renderizado. Incluso con una granja de render funcionando, una simulación de partículas puede llevar demasiado tiempo como para que el proyecto sea rentable.

 Aquí es donde surgió la idea de realizar películas de ficción o efectos de CGI con motores de   videojuegos, los cuáles han evolucionado a tal punto que es difícil distinguir en algunos casos la   realidad de lo que está en pantalla. Así se empezó a crear ADAM: un corto con estética futurista,   ambiente post-apocalíptico, y efectos que podrían dejar en paños menores a grandes películas.

Pero, ¿cuál es la clave de todo esto? Los gráficos en tiempo real, que usan el bakeo o pre-procesamiento de elementos para ahorrar una enorme cantidad de tiempo. Así ocurre con partículas, simulaciones de tejidos, efectos de explosiones.. Sin duda esto supone una gran revolución en su campo, ya que con los programas adecuados para CGI y un elenco de artistas preparados, podremos ver creaciones de calidad asombrosa.

A continuación os dejo el enlace a la primera parte del corto (ya tiene 3), para que lo veáis por vosotros mismos:

https://www.youtube.com/watch?v=GXI0l3yqBrA


por: Emilio Arjona Ramos


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